"El silencio de los que no nos rendimos, es muy diferente, porque es un silencio que no pide disculpas, queridos.
Es un silencio que no da explicaciones, de hecho, no respondemos a los ataques porque estamos muy ocupados construyendo lo que un día hará que ese ataque no importe nada.
No necesitamos venganza porque el éxito siempre es una respuesta que no necesita traducción.
Nos hemos hecho expertos en renacer sin hacer ruido.
Nos callamos, para que no nos veas venir.
Aprendimos a ganar, sin avisarle a otros, no nos gusta hacer escándalo del todo, porque preferimos hacer historia y cuando tú nos vuelves a ver, ya es muy tarde … porque hemos llegado sin haber hecho ruido.
Ese ruido que otros esperaban … no pasa, somos imposibles de ignorar porque nuestro silencio está cargado de templanza, es como si fuera un fuego contenido en una extraña forma de calma.
Aprendimos a construir en lo secreto, a sembrar en donde otros solamente pasaban.
Somos como ese momento antes del trueno, ese segundo antes de que el cielo se parte en dos, …
Porque aprendimos a sanar sin testigos, aprendimos a regresar sin pedir permiso, así que cuando nos vuelvas a ver ya no vamos a ser los mismos.
Vamos a ser más fuertes, vamos a ser más enfocados, más ordenados, disciplinados porque el que enfoca no contesta, ¿sabes?
El que se enfoca construye, el que sabe a dónde va, no tiene que andarle explicando el mapa a nadie.
Por eso nos guardamos, por maestría, nos guardamos por respeto al proceso.
Queridos … el árbol no discute con el viento simplemente resiste mientras que la tormenta llega y limpia el camino.